historia de puerto cabello
El
origen de Puerto Cabello todavía hoy continúa siendo un misterio. El
constante contrabando que reinaba en la zona parece ser uno de los
factores que condicionan la aparición del mismo; si bien es cierto que no
se conoce con exactitud cuándo comenzó a ser poblada esta porción
geográfica, existen documentos que dan cuenta de su existencia a mediados
del siglo XVI. Marco Aurelio Vila, copiando al doctor Miguel Acosta
Saignes, hace referencia a una cita de Juan Ruíz de Ochoa vecino de la
Isla La Española (1560), en el que se habla de Puerto Cabello, señalando
que aun cuando se encuentra despoblado, allí iban de ordinario franceses,
ingleses y portugueses a dar carena a sus navíos. No es ésta la única
referencia que tenemos, pues la Relación Geográfica y Descripción de la
Provincia de Caracas y Gobernación de Venezuela, de Juan de Pimentel,
fechada el 1º de Diciembre de 1575.

El germen poblacional de Puerto Cabello lo encontraríamos entonces
-tomando como base lo señalado por este autor- en las barracas que
construyeron algunos pescadores y contrabandistas holandeses allá por el
siglo XVI. La leyenda Castellana, por otra parte, atribuye a la quietud de
su mar el nombre del puerto, pues sus aguas eran tan calmas que hasta un
buque podría ser atado con un cabello.
La apariencia del puerto cambiaría radicalmente con el establecimiento de
la Compañía Guipuzcoana en Puerto Cabello, y con el cual tuvo mucho que
ver Don Pedro de Olavarriaga. En efecto, producto del viaje realizado por
este incansable vasco a
la
Provincia de Venezuela, durante los años 1720 y 1721, fue su interesante
obra Instrucción General y Particular del Estado Presente de la Provincia
de Venezuela; las observaciones hechas por éste van a ser determinantes en
la elección de Puerto Cabello para establecer una dependencia de la
mencionada compañía. "Este Puerto (el cual sin réplica ninguna) debe
considerarse como el mejor de la costa y puede ser de todas las indias.
Tiene su entrada estrecha, y un fondo muy bueno para cualquier navío, que
aunque corre de Oeste al Este (que es contra la brisa) no obstante entran
a cualquier hora los navíos, porque en cualquier tiempo se remolcan para
entrar en él; todas las facilidades necesarias a la marina se hallan en
él, y parece que Dios por su Divina Mano ha querida horrar a los hombres
el trabajo de dirigirlo a sus necesidades, pues quien quisiera mejorarlo
lo perdería".
Es
Don Pedro de Olavarriaga el primero que habló sobre las razones que
obligaban a fortalecer a Puerto Cabello: "...es que ningún puerto
convienen más fortalecer que Puerto Cabello por razón de su situación, por
la comunicación que tiene con muchos valles, por registrar casi todos los
Puertos de la Costa, por la ventaja de su terreno, y en fin, por la
facilidad de hallar todos los materiales necesarios a la construcción,
sino que también ofrecía bahías grandes y seguras y la posibilidad de
carenar y reparar los navíos, así como la de construir embarcaciones de
cualquier clase". Puerto Cabello ve llegar, hacia 1730, los primeros
buques de la Compañía Guipuzcoana y con ellos una legión de ingenieros,
carpinteros y albañiles que se dan la tarea de trazar las primeras calles,
levantar fortificaciones, construir acueductos y otras necesidades
prioritarias para la ciudad, todo ello bajo la dirección del ingeniero
Juan Amador Courten.
En los primeros años de actividad bajo el monopolio de la actividad
Guipuzcoana, la principal ocupación de los blancos vizcaínos, era el
comercio y la navegación; cuando el comercio con la metrópolis fue abierto
en 1798 todo lo importado de España llegaba en cuatro o cinco barcos al
año, los cuales eran utilizados para exportar al mismo tiempo distintas
especies a la Madre Patria. Cuando la Compañía Guipuzcoana desaparece ya
Puerto Cabello ocupaba un lugar importante entre las relaciones
comerciales de España con el Caribe.
La Guerra de Independencia trae consigo la destrucción de gran parte de la
ciudad, afectando así su comercio. Hacia 1823 una vez que la ciudad es
liberada del poder español, comienza su reconstrucción y su puerto retoma
su actividad cotidiana. En 1868 se construye un poderoso faro y los
muelles son remozados. Más tarde, el año 1874, el Presidente Guzmán Blanco
ordena una completa reparación de los muelles, y el dragado de su bahía,
para lo cual fue adquirida una draga que habría de extraer, según los
entendidos, unos 200.000 metros cúbicos del fondo del mar.
Durante la última década del siglo XIX
tendrá lugar la construcción del moderno puerto de Puerto Cabello. El
gobierno nacional invita a varios ingenieros venezolanos y extranjeros
para que viajen a Puerto Cabello y trabajen en los proyectos destinados a
la reconstrucción de los muelles. Entre esos ingenieros se encontraba
Norbert Paquet, representante de una firma belga, quien luego de estudiar
el terreno y estado de las estructuras existentes propuso la construcción
de un muro de concreto con una estacada de hierro.
Luego
de largas reuniones y propuestas, el proyecto de Paquet es aceptado por el
gobierno y se procede a celebrar un contrato por el cual el primero
construiría cuatrocientos cincuenta metros de muelles, mediante un sistema
mixto de construcciones de concreto, de postes y de vigas de acero
protegidas también por concreto. El 8 de Abril de 1897 ya se encontraba
concluida la primera sección de los muelles, la cual entró en servicio
inmediatamente por el movimiento comercial del puerto, mientras que la
obra sería terminada en su totalidad tres meses más tarde.
En las décadas venideras (1930-1980) primeramente a través de un ente
gubernamental llamado Servicios Portuarios Nacionales, y más tarde a
través del Instituto Nacional de Puertos, el puerto experimentaría
expansiones adicionales, con la construcción de almacenes y nuevos muelles
para el manejo de carga general. Es en 1985 cuando el puerto alcanza su
fisonomía actual, luego de que fuera completada la llamada Área VI, cuyos
muelles fueron diseñados para manejar el tráfico cada vez más creciente de
contenedores y graneles.
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